1
En el camino correcto
la desnudez no ruboriza,
puede que el agua esté congelada
pero bastará descifrar a que saben tus labios,
tengo tantas cosas que enseñarme
que la sonrisa se muestra valiente.
2
Esta es un mañana nítida
como los ojos de mi hija,
todavía el calor no apremia
y la suave brisa es tan fina
como los cabellos de mi hija,
puede que al dar los primeros pasos
tenga tantas y tantas dudas
como el balbuceo de mi hija,
quizás eche las manos a los bolsillos
y tan solo encuentre arena,
quizás note un nudo en el estómago
o quizás el agobio no me deje pensar,
pero digo yo; ¿estas manos aún siguen conmigo?
¿Y estos dedos? ¿Se van a rendir?
Ya sabes que NO.
3
Este desierto me hace mucha gracia,
como un juguete en el que refugiarse
como una escusa en la que esconderse,
esta brea es tan negra
que está hecha para hacerse un traje de cuervo
pero yo prefiero dejar mi piel
como un verde acantilado cuya vegetación
llega hasta abajo para tocar el espumoso océano.
4
Hay que tocarse por dentro
palparse hasta la última fibra,
la costra de la palabrería
es algo que puede hacer mucho mal.
5
Bukowski dijo que no hay mayor placer
que el silencio que queda al terminar un verso,
o sí no era así, era algo parecido,
y estoy de acuerdo con el viejo,
hay muchos silencios que dicen más
que cualquier ruido.
6
Para abajo, es curioso,
avanzar escribiendo es ir hacia abajo
o por lo menos en mi PC,
es un descenso que puede ser ingrato,
te conviertes en un loco con tijeras
te saltan las palabras duras en el rostro
te llenas el delantal de manchas léxicas,
y sigues para abajo,
explorando el corazón de la tierra
los sabores del hierro oxidado
burlando la locura y brindando con murciélagos,
otra vez al INTRO y acabo sudando,
¿hasta dónde llegarás mi vate?
7
No sentir nada
estar azulado en un instante extraño
pelearte con tu pareja por escribir un rato
mil cucarachas salen de mi boca en espanto,
hay qué odio... hay que amor... mi baby...
pero la noche está apunto de llegar
trayendo consigo otras luces que vislumbrar,
tus ojos se convertirán en dos lunas
tus manos se transformaran en algo muy suave
¡dame beso tras otro hasta que se funda el plomo... mi baby...!
8
A veces escribes de tirón
como queriendo consumir la vida en un instante,
bebes con ansia y lo secas todo
respiras fuerte y te acabas con el oxígeno
comes tan deprisa que te muerdes las manos
y al final acabas sin arreglar nada,
después de todo has de hilar la vida.
9
Madres, madres, madres,
que sienten penita por mí, ¿y por qué?
El luchador sigue con su generoso corazón
el niño sigue con su sonrisa feliz
el viejo sigue con sus gratas batallitas,
madrecitas... madrecitas... madrecitas...
No se preocupen esto es lo más blanco
y lo más amoroso que he escrito.
10
Uno parece según los demás seguir en sus 13,
14, 15, 16, 17...
qué se yo, visionario de sirenas en el borde del mar,
me conformo con que esta agua este menos salobre
y que consiga refrescar mi fiebre,
me conformo con abrazar a mi mujer y hacer risa a mi hija,
lo poco es mucho.
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