En esta tierra sin mar, espirales hacia el hondo tras el paso cortado de los granos cuarzosos de todo lo que se queda troceado.
Cronológicamente varado en una playa lunar, rosas y sicomoros breves en la polvareda y andrógino reflejo descarnado.
El deseo es una cuestión que contrae las huellas, convierte la siguiente palabra en un sequeral.
Amor a raíz de muelas, a vueltas de una sierra monolítica que se empeña en engarzar falsos jaspes como raspas de asolación.
Toro de la Iberia que coagulas las encrucijadas
hielo himalayo que recrujes las perdidas urnas funerarias.
Y así este mar y este amor, columna hormiguero exiliado, son líneas negras a tinta de sepia difusa . ¡Otórgenme un templo! ¡Ablación para desgajarme!
¿Seré humano? ¿Entenderás a esta arpa desafinada? ¿Seré algo?
¿Seré una pregunta increada?
Inmortal tiniebla o alzado paraíso
secciones del mismo inhóspito retorno
desde el marfileño cementerio de los elefantes.
En estos dominios, loor de las astillas cómo lobo incómodo
reniegan las piedras y los fósiles del maremoto
las algas son crudas a cuerpo arcano
y no hay nada más que chicos que nunca están.
Especial,extraño, bello.
ResponderEliminarEn especial lo bello es extraño.
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