Tiempo bastardo entrometido.
¡Tiempo del cocido mondo de huesos!
Alcoy-Orihuela
Orihuela-Alcoy
callejas para jugar al no me ves
ahora sí que me ves,
hasta darse de dientes contra la pared enladrillada
estrellitas anaranjadas...
Cilindros de cuestiones váticas
eso es lo que me espera
manteniendo un rictus impávido hacia la blanqueadora,
alzada esta cárcel del delirio egocéntrico.
¡Guerra! ¡Guerra!
Bombas y explosiones
No sabrás quién soy yo... ¿O te lo dirá un ruiseñor?
Hermano atemporal ... sí.
Puede que vate colgado por el cuello
pero abro este racimo de amaranto elegiático,
tú, cuerpo en verso de vivacidad rural
desnudez a los sentidos que no sonroja
rompe yugos de las eras enfermas de alquitrán.
Está el sol perdido
la luna perdida
los perros perdidos
las chiquillas perdidas
el azafrán perdido
la alcachofa perdida.
¿Dónde estás venus mía?
Libros de olor lanar y de tacto a pajar,
¡eso es!
Mariposas de alas lentas
abejas de zumbidos a contratiempo,
ondas para un corazón de arcilla
una vida que da calor espontáneo
a todo el que surca su deseo y verso.
¡Arriba esta mixtura!
¡Arriba esta amistad a cruce oceánico!
Volveré a descansar bajo la higuera
oliendo sus dulces frutos.
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