¡Loor a este cráneo arenoso y solitario!
Sus ojos huecos aún pueden ver
el clítoris húmedo,
sus boca reseseca puede
saborear el ácido de las entrepiernas,
¡dioses de la muerte! ¡Sol sanguíeno infectado!
¡Guerra de los infieles!
¡Loor a todas las palabras prohibidas!
No hay cuerpo que valga sino el del pecado
y la destrucción es algo que se sella
con un beso acibarado y milenario
¡prepara tus labios para recibirlo!
¡Falsos poetas!
¡Versos espurios!
¿Quién escribirá esto?
¡Loor a estas cadenas patidas!
Mil y una gotas de sangre se derramarán
como rubíes sin valor
en el cruce del ahorcado
y los juglares huesudos
se desmontarán a trozos.
¡Dioses de la muerte!
¿Hasta dónde se alargará vuestra agonía?
Fuerza y velocidad, mis poemas favoritos
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