En
esta mañana coagulada
te
voy a a mar como nunca lo he hecho,
la jauría quire más
y... yo les ofrezco
estos restos de sombra,
te quiero demasiado
y quizás el cielo se comba
con un filo
demasiado irresistible
para no dejarse cortar,
¡Oh sí baby hazlo otra vez!
El tiempo quiere acabarse
pero yo me aferro
entre el hierro
y el plástico derritido
de los sueños,
¡lo haces demasiado bien!
y
yo
acabo
siendo
un pútrido yonki del suicidio.
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