Mis queridos poetas de la falsedad
dónde está vuestra espalda quebrada
vuestra sangre
sudor
semen
o flujo vaginal,
dónde está vuestro oscuro hornor
y vuestras flores podridas,
dónde está
vuestros dientes rotos y labios partidos,
el traicionero sol reparte halagos por kilos
y
en el reino de las máscaras se acopla
un nuevo muñeco perfectamente encajado,
¡Escucho discursos de perdón! ¡Veo libros mugrientos!
Y mis ojos incendiados crecen tanto como el apocalipsis
que tanto deseo en un minuto de grata ira,
¡oh sí cariño! Atraviesa el osario y ven hasta aquí,
te esperan millones de besos
con sabor incierto
y un coro de ángeles caídos,
te esperan miles de caricias al borde del arañazo
y toda esta tierra reseca por la que vagar
a la sombra del negro dragón.
Me matan estos poemas
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