Tigre, tigre, que te enciendes en luz por los bosques de la noche ¿qué mano inmortal, qué ojo pudo idear tu terrible simetría? ¿En qué profundidades distantes, en qué cielos ardió el fuego de tus ojos? ¿Con qué alas osó elevarse? ¿Qué mano osó tomar ese fuego?

El Tigre de Willian Blake

martes, 13 de agosto de 2013

MI QUERIDO DRAGÓN

Mi querido dragón,
a lo largo de este plomizo tiempo
he aprendido a lanzar llamaradas
sobre el secarral,
así pude reirme de la sombra de los orcos
y las pérfidas maldicones de los trolls,
he aprendido que las princesas encantadas
se prostetituyen por muy poco
y esta espada oxidada produce heridas
que nunca van a cerrar,
mi queridísimo dragón:
¿hacia dónde volarás?
¿que verán tus ancestrales ojos ruinosos?
Es una historia interminable
de reyes que retornan
y lanzas que dicen matar dragones,
pero allá en las tierras de las ágatas
el vestigio del aliento a azufre
es el único recuerdo que me queda
para darte, mi encantada doncella.

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