Tigre, tigre, que te enciendes en luz por los bosques de la noche ¿qué mano inmortal, qué ojo pudo idear tu terrible simetría? ¿En qué profundidades distantes, en qué cielos ardió el fuego de tus ojos? ¿Con qué alas osó elevarse? ¿Qué mano osó tomar ese fuego?

El Tigre de Willian Blake

viernes, 1 de febrero de 2013

CANTOS POST-HERMÉTICOS

De la atracción por el veneno. Perpetua ex solis.

¿Qué preguntarás? Hasta el momento nada, pues estoy paralizado en esta balsa de calma oscura tan espesa como el aceite de la verdad y la mentira. Es la magnitud como abismo cuando nada se puede pensar ante la apuesta por el veneno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario