Tigre, tigre, que te enciendes en luz por los bosques de la noche ¿qué mano inmortal, qué ojo pudo idear tu terrible simetría? ¿En qué profundidades distantes, en qué cielos ardió el fuego de tus ojos? ¿Con qué alas osó elevarse? ¿Qué mano osó tomar ese fuego?

El Tigre de Willian Blake

lunes, 26 de noviembre de 2012

EL SOL NO CAMBIA

El sol no cambia
                        ni su sombra tampoco,
así que es la hora de dormir
                                         con el demonio
y esperar a que caiga,
vomitar lombrices
mastrurbarse hasta el dolor
el asesino del tiempo
                              está a un grito
en cualquier esquina de locos iluminados
     que salpican babas venenosas,
el sol no cambia
                      ni tu calavera tampoco,
¡trágate la luz!
                    ¡Caga desdichas!
    Escapa hacia el otro lado
                                        y quizás
            puedas vengarte.

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