Tigre, tigre, que te enciendes en luz por los bosques de la noche ¿qué mano inmortal, qué ojo pudo idear tu terrible simetría? ¿En qué profundidades distantes, en qué cielos ardió el fuego de tus ojos? ¿Con qué alas osó elevarse? ¿Qué mano osó tomar ese fuego?

El Tigre de Willian Blake

viernes, 6 de enero de 2012

NUCLEAR VISIÓN ENCORVADA ENTRE LAS VENUS PROHIBIDAS

Eterna contaminación, te saboreo

el dueño de la realidad, amenaza

latifundios de fustas espinales

te ofrezco, me engañan, nos rematan

la obscura revolución, pesadillesca

abrir

los

ojos

de

golpe

ser profunda noche

recrear el blando día,

abrir

los

ojos

vacíos,

el dedo en una oquedad

la verga atravesando la otra,

el espejo de tus labios secos

aparcados en la risa del dragón,

¿has de probar la huida?

¿O vas a tener coraje?

Alquila una vagina

renta los trozos óseos de dios,

ya llega la radiactividad léxica

para desmontar tus dientes

llevándose la visión encorvada

de una ilusión efímera,

¿quieres contar los isotopos de tu fracaso?

¡Oh venus prohibidas!

¡Cuántos símbolos te tragases en esta ambición!

Habitando la vanidad de las letras

abandonando a la hija

a su suerte de heráldica nuclear

en el desgastado mundo quemado

¡Desvanécete! ¡Piérdete!

No quieres que te entiendan

mientras aspiras los escombros arqueológicos

por la nariz de las contradicciones.

El hambre es el flaco susurrador

y los esqueletos de los reactores tenebrosos

dejan débiles sombras de su existencia,

¡oh venus prohibidas!

Os ofrecen sarcófagos baratos

con grandes descuentos...


Y el rayo de la maldad cayó

de una puta vez

vomitando miles de ratas muertas

y un manto de alacranes chamuscados,

¡pobres campesinos!

Lo terratenientes frotan sus manos cadavéricas

esperando hacerse con la tierra quemada,

la carne se putrefacta bajo la firma forzada,

¿qué queda del encuentro con el verso?

Un par de vasos vacíos

un condón usado

una nariz rota

una cara llena de cicatrices

fosas repletas,

¡oh triste gloria!

Soñaba que soñabas que escribías algo

pero luego nunca lo recordabas

tan solo notabas estar más desgastado,

casi veías latir las entrañas

a través de tu piel diezmada,

¡ah, cuántas verdades habrá allá abajo!

¡Cuántos pozos de alquitrán?

La razón es algo que no llevas

de la mano, si acaso alquilada,

¡qué hay más allá de mañana!

Deja que te responda el oráculo

de lo que quieres oír,

venus prohibidas, encorvadas visiones

¡para vosotras el último loa de la turbia sangre

que mana de la espiral incógnita de tus deseos radiactivos!


Epílogo...

¿Qué es el odio?

Es este almuerzo dispuesto

sobre la mesa con forma de gasterópodo,

lentamente...

alrededor caen las casas demolidas

los restos flotannnnn en un nube preciosa

que desciendeeeee muy despacio

hasta impactar contra el suelo... contra el suelo...

los muertos andan perdidos

los gusanos asoman por los agujeros

de las carnes infectas,

y tú les gritas con manos acucharadas:

¡Vengan a este festín! Tengo:

huevos cocidos, pan duro y calimocho.


Y más allá de este lugar etílico

encontró Pancho Villa a este gachupín

y lo mandó fusilar,

pero él le ofreció balas de plata y un pegaso indómito

a cambio del indulto,

así su pellejo logró salvar.

¡Viva la División de los Rechazados!

La libertad tiene el costo

de muela por muela, letra por letra

de traición y locura.



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