Tigre, tigre, que te enciendes en luz por los bosques de la noche ¿qué mano inmortal, qué ojo pudo idear tu terrible simetría? ¿En qué profundidades distantes, en qué cielos ardió el fuego de tus ojos? ¿Con qué alas osó elevarse? ¿Qué mano osó tomar ese fuego?

El Tigre de Willian Blake

sábado, 9 de marzo de 2013

MI SUICIDIO

Es
    la
       hora
             (¿la hora?)
Cuando el tiempo es un pecho acullilado: seno en dos partes, perfecto melón.
       Y los dedos entran en la vagina ancha para dar vueltas.
Te lo digo baby, es mi suicidio y no te los crees.
      El bufón lo cuenta a mi lado
                    ( con aliento putrefacto)
alguien rie, me perdonan la vida de nuevo.
Son instantes coagulados, y quizás... los halos rojos con que te veo
          sean algo
                       que no te quiera contar.
Son
      muchas
                 horas
en la tela de araña, pinchándose.
Muchas muchas muchas, de verdad.
Un bonito trabajo del que estoy cansado
y
una razón cualquiera es el pretexto, la lengua recorre el clítoris ácido.
Te lo digo y no te lo crees, aunque
                           te vas desprendiendo a trozos resecos
y el pozo
             es tan ancho como el corte silencioso,
sombras y sierpes son lo mismo
                            tu boca me sabe a sangre caliente
sombras y sierpes son lo que te doy
y no te lo crees,
           son
                muchos
                           milenios
      para esta arena sucia,
te lo dije, baby
                     es mi suicidio
...hasta luego, me voy.
                     

                     

 
             
                     

No hay comentarios:

Publicar un comentario