Tigre, tigre, que te enciendes en luz por los bosques de la noche ¿qué mano inmortal, qué ojo pudo idear tu terrible simetría? ¿En qué profundidades distantes, en qué cielos ardió el fuego de tus ojos? ¿Con qué alas osó elevarse? ¿Qué mano osó tomar ese fuego?

El Tigre de Willian Blake

miércoles, 21 de marzo de 2012

EL SILENCIO MUERTO COMO DÁDIVA




Tarde o temprano moriré


y dejaré el silencio muerto como dádiva,

esta acrópolis contestará todas tus preguntas

a través de las ruinas erosinonadas

expuestas al sol implacable.


¡Y la noche llega hambrienta!

Hordas de sin rostros vagan entre la fosforescencia

de los despojos perdidos y olvidados,

es el reino de la afasia

en el cual el emperador del crepúsculo

ya no tiene más comentarios deslumbrantes

pues no tiene ojos,


todos le abandonan y corren a la estigia seca,

... es la calma exánime...


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