
Yo...
que quería un beso
alcancé la muerte en un fugaz segundo
como un meteorito en la noche de los murciélagos,
toma los sueños
te los doy al igual que este corazón de titanio
arrancado,
soy un adicto de las malas palabras
y el síndrome de abstinencia
es la punición de la soledad,
ah,encierro acibarado encierro
¿donde están esas calaveras para poder hablar?
Por un beso... ¡oh, sí!
Partí hacia el secarral
antes de que salieran las sombras.
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