Tigre, tigre, que te enciendes en luz por los bosques de la noche ¿qué mano inmortal, qué ojo pudo idear tu terrible simetría? ¿En qué profundidades distantes, en qué cielos ardió el fuego de tus ojos? ¿Con qué alas osó elevarse? ¿Qué mano osó tomar ese fuego?

El Tigre de Willian Blake

martes, 13 de marzo de 2012

ZOPILOTE INCÓGNITO




Altivo en tu exilio

ciego ante la luz

empecinado en el fiasco

soñador bajo la sombra del hongo

carroñero de ceniza,

¡ya no te elevas!

¡La bruma de la guerra te disuelve!


Ojos de espanto son testigos

del amargo apocalipsis

pero... dulce para ti...

como el corazón del espino

que derrama sangre privilegiada de maldad,

¡ya no vuelas! ¡No haces círculos en el cielo!

El aire esta repleto de brasas

pico incendiado

alas en llamas,

el sueño de la muerte tantas veces sobrevolado

y convertido en el olor guía

se desgaja en la guadaña ruinosa,

¡y así zopilote incógnito! ¡Principe de los huesos!

¿Qué morada volverás a vigilar

con esa mirada que traspasa todos los tiempos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario